Articulo para el diario El Mundo con motivo del bicentenario el primer ataque de Merino a Lerma (7-6-1808)

FOTOJerónimo Merino

Jerónimo Merino

Desde el dia de los santos reyes se habian declarado abiertamente enemigos de los franceses. Geronimo Merino y sus hombres empezaron siendo seis. El Cura beneficiado de Pineda Domingo Hortiguela, Juan Martin, fraile benedictino de San Pedro de Arlanza, otro religioso del que desconcemos aun su nombre,Tomas Ibeas y Julian Pablos, militares de Lerma (el primero sargento y el segundo antiguo cabo primero de los escuadrones de carabineros ligeros de la  guardia del principe de la paz, hasta que este fue casi linchado durante el motin de Aranjuez, a partir de cuyo instante partio a su pueblo, Lerma, licenciado).

Conocemos nombres de otros hombres que se le fueron uniendo en los meses finales del invierno. Antonio Anton y Eustaquio Sancristobal de Lerma entre ellos, quienes llegarian a ser oficiales y harian después carrera en el ejercito. Desde que recibieran el despacho de la Junta suprema de Sevilla  de fecha 3 de Mayo de 1809 firmado por D. Martin de Garay, lucian en el pecho todos los hombres de esta partida, una cruz roja de cuatro aspas que les distinguia de los enemigos y de los civiles comunes. Para distinguir a los comandantes de dicha milicia sus cruces llevaban un ribete de plata.  Fueron sus primeros comandantes, nombrados por la Junta Suprema: Don Geronimo Merino y D. Domingo Hortiguela, cura de Pineda trasmonte, y su primer Sargento mayor: D, Tomas Ibeas. A principios de Junio actuaba esta partida bajo la autoridad de D. Francisco Fernandez de Castro , Marques de Barriolucio, regidor perpetuo de la ciudad de Burgos y que tenia su residencia en un palacio situado en el pasaje que comunica la calle Lain Calvo actual con la plaza Huerto del rey ( La flora). Habia sido autorizado por la Junta Suprema para levantar y armar un ejercito en Castilla la Vieja..

“Era el dia 2 de Junio  de 1809 cuando recibio instrucciones el Cura Merino de su superior, el Marques de Barriolucio para dirigirse desde Covarrubias hasta Baltanas para ir recogiendo hombres, armas y dinero. Las cosas habian cambiado mucho en esta zona desde que seis meses antes Napoleón pasara al frente de un enorme ejercito  de mas de 100000 hombres en direccion a Somosierra y después a Madrid. Cuando llego nadie se atrevio a nada ante tamaña demostración de fuerza militar. Llego para poner en su sitio las cosas.  Su hermano Jose habia sido forzado en Agosto de 1808 a retirarse de Madrid por primera vez, con motivo de la derrota que los españoles habian infligido a sus aguilas en Bailen en Julio. Todos pensaban que se habia expulsado a los franceses de España. Pero el emperador demostro que solo habia sido un espejismo. Hasta entonces solo habian llegado tropas poco experimentadas. El Emperador entro en Noviembre con la flor y nata de sus combatientes, curtidos durante años en las campañas del centro de Europa. Y en pocos dias barrio literalmente a nuestros ejercitos y tomo Madrid para reponer a su hermano en el trono español. Hacia ya mas de seis meses que habian pasado por las tierras del Arlanza, y ni el propio emperador se dio cuenta de que esta nacion no era como las otras. Seguro de que tras la victoria militar nada se oponia a su dominio posterior, sobre todo esa masa de hombres ignorantes y cobardes que para el eran los civiles españoles, se limito a colocar en lugares estrategicos pequeñas guarniciones que tendrian ya poco trabajo que hacer. Ese era el caso de lugares como Lerma. Normalmente pueblos que marcaban los fines de jornada de viaje, estimada en lo que hoy serian aproximadamente 40 kilometros de distancia. Solo como puntos de apoyo a los correos , suministros, y convoys y tropas en transito.  Aproximadamente 50 hombres, con un comandante de puesto, fueron destacados en Lerma, como punto intermedio entre Burgos y Aranda de Duero. En su mayor parte reclutas venidos de Francia específicamente para realizar esas tareas rutinarias de puesto militar de la ruta real entre Madrid y Paris.

Paralelamente pequeños grupos de soldados formaban las denominadas columnas volantes que recorrian los pueblos de la comarca con afan recaudatorio volviendo siempre descuidados a su cuartel matriz. Jamas pensando que corrian ningun peligro. Eso habia sido lo normal en cualquier pais europeo donde habian sido vencidos sus ejercitos de manera similar. Pero las cosas iban a ir por otros derroteros en la peninsula iberica. Una vez que el frente de batalla campal se hubo desplazado  de nuestra zona, un grito hasta entonces sofocado por el apabullamiento de la gran masa militar enemiga empezo a dejarse sentir. Muy timidamente al principio, en que solo los mas osados decidian plantar cara al invasor en pequeñas acciones, siempre ocultos por el anonimato: Asaltos a correos , pequeñas escarmuzas con soldados rezagados, etc. Sin embargo, el germen de la insurreccion comenzaba a dar frutos. La junta Central habia lanzado en diciembre de 1808 un reglamento de partidas y una proclama llamando a la rebelión y a la insubordinación a un rey que consideraban intruso, y al que jamas reconocerían. La mayoria de los españoles habian aceptado con resignacion  lo que se les imponia como nuevo regimen de gobierno, al menos en un primer momento. A regañadientes seguían con su vida mas o menos normal, recelosos, pero resignados a su suerte. Decepcionados por sus ejercitos, y en ocasiones, algunos individuos, colaborando con un gobierno al que veian como  solucion a los desastres a los que nos habia conducido un reinado debil y corrupto dejado por el rey legitimo en manos de validos incompetentes.

Tal vez las cosas se habrian ido aceptando y recuperandose la normalidad si los militares franceses, sobre todo los altos mandos no hubieran visto esta ocupación como una oportunidad para sacar provecho personal. Pronto se empieza a percibir por toda la poblacion que los franceses no estan a qui como aliados ni como amigos guiados por la buena fe, sino como enemigos ocupantes con derecho constante al saqueo y la rapiña. Tratando a los españoles como inferiores, como sirvientes, aun cuando fueran españoles  algunos de llos, claramente partidarios del rey Jose I. Poco a poco el sentimiento de rabia e indignación, y los motivos de ofensa personal por los que un hombre empieza a luchar, fueron aumentando originando situaciones de grave conflicto que normalmente se resolvian con algun asesinato o con algun ajusticiamiento. Lo cual no hacia sino aumentar el odio mutuo entre  fuerzas dominantes y dominados. Y en esa coyuntura se movia la partida dirigida por Geronimo Merino, cura de Villoviado(Lerma). Aumentando dia a dia el numero de hombres que se le unian para luchar contra el invasor. Unos por principios, otros por venganza.

Desde aquel dia de reyes en que iniciara sus andanzas cobijado por los montes del sur de la provincia y a fecha 7 de Junio de 1809, el numero de sus hombreshabia ido creciendo paulatinamentey casi habia llegado a la centena. La mayoria  a pie y algunos a caballo. La mañana de tal dia 7 estaban en Tordomar tomando los ranchos cuando fueron avisados por un espia de que unos 30 franceses transitaban  desde Burgos con direccion a Lerma por la calzada real. Inmediatamente se pusieron en marcha  y dieron alcance a dicho grupo a un cuarto de legua antes de llegar a Lerma, es decir entre Lerma y Villalmanzo. Al mismo tiempo que la caballeria les cerro el paso hacia la Villa Ducal y la retirada hacia Burgos,” la infanteria les hizo un fuego graneado bien sostenido”. Los franceses esperando algun socorro de la guarnicion de la Villa que tuvo que oir los disparos por la cercania de la accion, se parapetaron en una pequeña barrancada junto a la calzada. Desde alli empezaron a realizar descargas contra los guerrilleros dirigidos por un sargento de la guardia imperial que estaba al mando del pelotón. Merino les animo a rendirse después de hubieran ya perdido a ocho  o diez hombres bajo el fuego español. Pero estos temiendo que no se les diera cuartel siguieron luchando. Ante esta negativa, varios guerrilleros perdieron la paciencia y se lanzaron al asalto de la posicion francesa espada  en mano. Los primeros fueron Pedro Lara y “El Alojero”. Estos consiguieron matar al sargento y acuchillar a los soldados que le rodeaban. Los demas soldados imperiales viendo que su jefe perecia a manos de los españoles decidieron aceptar la rendicion. Cuenta Merino en su parte de la accion como a pesar de las atrocidades que cometian los enemigos con los guerrilleros que caian en sus manos, a todos se les dio cuartel. Temerosos los inexpertos soldados de la guarnicion de Lerma de ser atrapados si abandonasen el cobijo que les ofrecia  la población , no salieron a ayudar a sus compatriotas y se limitaron a observar la accion desde el pretil de la colegiata. Al ver lo que ocurria con sus compañeros, decidieron retirarse al fuerte del palacio ducal , propiedad del Duque del Infantado, donde habian instalado su cuartel, sin combatir. El paso del puente sobre el rio Arlanza ofrecia un punto de paso obligado que podia  haber sido usado por los francese de la guarnicion para frenar a nuestros hombres, sin embargo abandonaron todo intento de combate exterior y se encerraron en el palacio. Animado Merino por este hecho, que juzgo signo de cobardia, decidio animado por sus hombres, lanzarse a entrar en Lerma por primera vez. Hecho que tendria con el tiempo extraordinaria importancia en el devenir de su partida de guerrilla. La infanteria se lanzo a pasar el puente a marcha redoblada y abriendose para dejar paso a la caballeria, entro el primero en este el conocido como “El dragon “ que llevaba la bandera. (Posiblemente recibia este apodo por ser un antiguo soldado de dragones). Penetro la caballeria a galope en el pueblo dirigiendose inmediatamente a la plaza, la mitad por la calle mayor y la otra mitad por la del mercado. El palacio quedo cercado, donde los franceses se parapetaban en las ventanas tapiadas a la altura de vara y media. Los españoles se apoderaron de las casas de la plaza desde donde les hicieron fuego de fusil a los franceses que se asomaban para disparar a su vez a los guerrilleros. Un guerrillero de quien no conocemos su nombre fue atravesado por una bala enemiga por apostarse a cuerpo raso en medio de la plazuela de Palacio, hoy plaza de San Blas. A consecuencia de ello moriria seis horas después. Mientras la mayor parte de los hombres hacian fuego contra los imperiales, unos cuantos se dirigieron a la casa de Bernabe Gomez, colaboracionista y afrancesado, con intencion de apresarlo, pero este se hallaba en Burgos con sus amigos los franceses. Tuvieron que contentarse los hombres de Merino con saquear su casa . Exhort Merino en estos momentos a los jóvenes de Lerma , en su mayoria estudiantes que no habian podido volver a sus aulas por motivo de a guerra, para que se le unieran.

Es en este dia y en este momento  cuando entre otros se une a su partida  el joven de 17 años Ramon Santillan. Personaje este de suma importancia para la provincia de Burgos por llegar a ser con el tiempo, Diputado en cortes por Burgos, Ministro de Hacienda y primer gobernador del Banco de España. ( Todavia se conserva la casa que mandaria construirse años mas tarde en plena calle mayor y que hoy alberga una fonda conocida como fonda Martin). Ramon y los demas estudiantes alcanzarian posteriormente puestos de importancia dentro de la inicialmente partida guerrillera  y luego verdadero ejercito del Cura Merino. Santillan ocupo el puesto de ayudante de campo de Merino y narra sus vivencias en dicha contienda junto al cabecilla, en sus memorias, publicadas por el banco de España hace unos años.

Estando Merino en esta labores en su estancia en la Villa, recibio la visita en plena refriega, de su superior eclesiastico, el Abad de la colegiata de San Pedro en Lerma, Don Manuel Benito Taberner. Este residia justo en las casas de la Plaza Ducal que estan ubicadas en la zona sur. Con el crucifijo en la mano se acerco a Merino y le dijo:

“¡Don Geronimo, Don Geronimo, mire Vmd. A este divino Señor!”

A lo que Merino respondio:

“¡Por ese ando yo como ando! Predique Vmd. A los francese la paz, la buena fe, la moderacion  la justicia, y dejenos Vdm. defender nuestra religión, nuestra patria nuestro rey y nuestra libertad e independencia”

Esta frase , extraida literalmente del parte de guerra emitido por Merino con motivo de esta accion demuestra sin lugar a dudas que la relacion entre Merino y Benito Taberner no era la que cuenta Baroja en su libro “El escuadron del Brigante”. En esta novela, relata Baroja como el Abad era el presidente de la Junta Local de Lerma y superior tambien en la resistencia armada de Merino. Esta cita textual de Merino denota que, al contrario, Benito Taberner era una persona pacifista y opuesta totalmente a la lucha armada contra el invasor. Dificilmente podia dirigir y proteger en la clandestinidad las operaciones de los guerrilleros. Y lo que se suponia una buena relacion entre ambos personajes, dando por bueno lo novelado por Baroja, por los sucesivos biografos de Merino hasta ahora, no es tal sino mas bien una discrepancia profunda en cuanto al modo en que se debia afrontar la situación de opresion por parte de los galos y sus seguidores. Por otro lado la frase final de Merino supone ya en esta temprana fecha de Junio de 1809  una verdera declaracion de principios por su parte. Principios que acertados o no, marcaron su proceder en los años sucesivos, y por los cuales rigio su eleccion de bando en las posteriores guerras civiles que padecio nuestra nacion .
Merino abandonaria Lerma dos horas después sin grandes logros desde el punto de vista militar, pero no asi desde el punto de vista moral y psicologico. El parte de guerra fue emitido desde los “Montes de Silos el dia 9 de junio de 1809”,  y enviado al Marques de Barriolucio que a su vez lo envio desde Salas de los Infantes donde se encontraba formando la Junta Patriotica de Burgos, a Don Martin de Garay, vocal de la Junta Suprema, cuya copia se encuentra en el archivo historico nacional en Madrid y  a Don  Fr. Antonio Valdes y Bazan , cuya copia se encuentra en el archivo historico militar de Madrid.
Como resultas de esta accion los franceses tuvieron que reforzar sus guarniciones de Burgos, Aranda, Lerma, Gumiel  y el Burgo de Osma, sin atreverse a salir de ellas sin gran escolta e interrumpiendo el transito normal entre Burgos y Madrid por este camino real, desviando la mayor parte del trafico por la ruta de Valladolid y Guadarrama. Sin hablar de la gran fama que supuso para el buen nombre del jefe guerrillero tamaña osadia. A partir de esta accion, los franceses conocían y temian a Geronimo Merino Cob, cura de Villoviado…, “El Cura Merino”.
Diego Peña Gil
Lerma

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